Hoy es el Día de las Escritoras del 2022. Se celebra, desde hace siete años ya, en el lunes más cercano al 15 de octubre, día de la festividad de Santa Teresa de Jesús. El espíritu de la celebración es dar voz a todas aquellas mujeres cuyas letras fueron ignoradas… o incluso silenciadas. El tema de este año es «Antes, durante y después de las guerras» y son muchas las actividades que se están organizando, tanto presenciales como online.
Mi idea con este post es poner mi granito de arena. De contaros algunas de mis vivencias como escritora, y compartir algunas reflexiones, algunas personales y otras que vienen dadas por el panorama literario actual. Ya sabéis que este mes ha salido publicada la reedición de Radiografia del deseo con Planeta, y estar entre las autoras más leídas de la novela romántica nacional es todo un privilegio, así que aprovecho también para daros las gracias por la maravillosa acogida que le habéis dado.
Y es que las mujeres escritoras estamos de enhorabuena. ¿Sabéis que Annie Ernaux ha ganado el Premio Nobel de Literatura este año? ¿Y que el Premio Planeta ha tenido como ganadora a Luz Gabás y como finalista a Cristina Campos? Las letras son femeninas y, poco a poco, nos vamos abriendo paso en un mundo que, hasta hace muy poco, nos condenaba al ostracismo. Y mi impresión es, que pese a los enormes avances conseguidos, todavía lo hacen.