El vibrador de Inés

Como sabéis, que ya me he encargado yo de daros la lata anunciándolo a bombo y platillo, el mes pasado por fin salió a la venta Radiografía del deseo, mi novela erótica autopublicada. Aprovecho de dar las gracias a todos aquellos que me acompañáis en este camino, que os dais el tiempo, no solo de comprar y leer la novela, si no de comentar, compartir y comunicaros conmigo para darme vuestras impresiones. ¡GRACIAS!

Algo que se ha repetido, sobre todo en mensajes privados, es que me preguntáis sobre el vibrador que Inés, la protagonista femenina, utiliza para masturbarse en la novela. Así que, en retribución a vuestra sanísima curiosidad, y todavía con la resaca del Día Internacional del Orgasmo Femenino, os presento al «Battery Operated Boyfriend» de Inés: el Iris de LELO®

 

ENTRANDO EN MATERIA

vibrador-iris-1El Iris es un vibrador de tipo fálico, o penetrativo. Es decir, su forma alargada busca ser similar a la del pene. Todos sabemos que no hay nada que iguale su magnificencia, pero su diseño es tan, tan bonito, que casi nos hace olvidarlo. Además, tiene un tamaño…grandecito.

El anillo plateado separa dos partes, una de plástico duro de PVC que aloja el botón de control y el conector para cargarlo, y la que entra en contacto con la piel. Ya os he hablado, en el post del ratoncito, del tacto satinado, suave y delicado de la silicona médica que utiliza LELO® en todos sus juguetes. Es inmejorable, pero es que  en este caso se suman unos relieves en forma de pétalos, tanto en la mitad del vibrador como hacia la punta, que aumentan la fricción y hacen que la experiencia sea aún más sublime.

 

CALENTANDO MOTORES

vibrador-control

 

En plural. Porque otra característica especial de este amigo es que consta de dos motores, que generan la vibración justo en la zonas de mayor relieve de los pétalos, ¡estos suecos no dejan nada al azar! Para probar los distintos tipos, el botón de control tiene dos flechas con las que se eligen los modos: vibración continua de la punta, vibración continua del motor situado a la mitad, vibración intermitente de ambos motores a la vez, vibración alternada y, la más deliciosa, vibración continua de ambos motores a la vez. La señal “+” enciende el vibrador y aumenta la potencia, y el “—“ la va disminuyendo hasta apagarlo. Muy fácil e intuitivo, ¡no tiene pérdida!

 

LAS MANOS EN LA MASA

 

vibrador-petalosSiempre es mejor ir de menos a más, por ejemplo, una vibración continua de baja intensidad, solo de la punta. También recomiendo no tirarse directamente al dulce, ¿cuál es la prisa? Mucho mejor recrearse en el placer de deslizar el vibrador por otras zonas erógenas menos evidentes, como el cuello, la línea de los hombros, el abdomen, el interior de los muslos, por supuesto sobre los pechos y los pezones… soy muy fan de ir construyendo cierta expectación antes de viajar al centro de la tierra del cuerpo. Además, un recorrido más sinuoso hasta la meta conseguirá que estés, casi con toda seguridad, lo suficientemente endulzada como para no necesitar ningún tipo de lubricante más allá del natural. Si lo necesitas, o lo prefieres, hay que recordar que los juguetes deben ser utilizados con lubricantes con base acuosa para no dañarlos. Si vas a usarlo con un lubricante de base siliconada, es mejor que lo recubras con un preservativo.

vibrador-lubricanteA estas alturas ya empieza a apetecer la penetración, pero ¡aún no! ¡Recréate! Disfruta de tu cuerpo. Dibuja los labios de tu sexo con la punta, acaricia el arco del pubis, donde se asientan las alas del clítoris, y deja el botoncito mágico para el final, que ya se encargará él de que veas los pertinentes fuegos artificiales.

Volviendo al tema. Lubricante. Hay muchos tipos, pero yo hoy os voy a recomendar el de la marca erótica Shunga. El lubricante Toko tiene una textura que no es pegajosa (para mi vikingo esto es fundamental), huele genial y no necesitas mucha cantidad. ¿He dicho ya que huelen genial? Y no solo eso, su sabor es también una delicia, y tiene la ventaja frente a otras marcas que no deja ese regusto a plástico de otros lubricantes. No se me ocurre mejor topping que ponerle al dulce.

 

A CUATRO MANOS…

 

Imaginad que el recorrido sobre tu cuerpo no lo haces tú, si no que le pasas el testigo a tu pareja. Ya sabéis que soy partidaria de que estos juguetes se disfruten tanto a solas como en compañía. Con tu pareja al mando, que te acaricie y que comience la penetración, profundizando muy suavemente, a una cadencia lenta. Que te haga enloquecer. Que te haga pedir más…y que no te lo dé. Y si a este juego además le añades unas cintas de raso que inmovilicen tus muñecas al cabecero de la cama…imaginad. Fantasead. Habladlo, si os apetece, si os da morbo, si os da miedo, si hay reparos. Habladlo largo y tendido antes de llevarlo a la práctica, y después… bueno, eso queda entre tu pareja y tú. Y el Iris, claro.

Como ya hice en este post, siempre intento que mi vikingo me dé su punto de vista. Siguiendo la premisa de que lo bueno, si breve, dos veces bueno, os dejo su aportación, como siempre, sin modificar.

«Este cacharro tiene el tamaño perfecto para una doble penetración. Y lo que más me gusta es ver lo mucho que le gusta a ella».

Como veis, perversamente imaginativo, crudo, y a la vez generoso.

 

Radiografía del deseo PortadaYa no os entretengo más. Solo recordaros que mi novela, Radiografía del deseo, está participando en el Concurso Indie 2016 de Amazon. ¡Te invito a que me apoyes en esta aventura!

Si te ha gustado el post, los comentarios son más que bienvenidos. ¡Y comparte! Quizá a alguien más le guste conocer al B.O.B de Inés.

Mil besos,

©Mimmi Kass.

Javiera Hurtado Escrito por:

Cazadora de sensaciones. Médico y escritora. Viajera infatigable. Romántica y erótica. Ganadora del XII Premio Terciopelo de Novela.

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